Una oportunidad para enfrentar nuevos retos en su carrera
profesional es la forma correcta de enfrentar un despido laboral. No es el fin
del mundo, sino el inicio de un nuevo compromiso.
Con la pérdida de trabajo surgen emociones de confusión y conflicto interno. Simultáneamente, las personas que han sido separadas de su empleo pueden sentirse deprimidas, impotentes, enojadas, frustradas, culpables y temerosas. Todas estas emociones muy intensas que provocan agotamiento, pérdida del control del humor y, sobre todo, impiden ver las cosas claramente.
La pérdida de trabajo es un cambio importante ya que un
aspecto de la propia identidad es abruptamente impactado: la rutina ha sido
interrumpida y esto genera sentimientos de fracaso y rechazo. Numerosos estudios
han concluido que las personas que pasan por un proceso similar tienen un patrón
de conducta con altas y bajas, pero que siempre llegan a un punto de
equilibrio.
Un modelo de transición muy aceptado indica que después de
las etapas de shock, negación, enojo, frustración, culpabilidad, miedo y depresión,
llega el periodo de la resignación, es decir, el trabajo anterior se terminó y
es momento de manejar la situación e iniciar el proceso de búsqueda de empleo. Este
es el primer paso para tomar una dirección ascendente.
Esta dirección se inicia con la aceptación, que es el
principio del proceso de reconstrucción donde la autoestima retorna poco a
poco, crece la confianza y el control de la situación. En poco tiempo la
creatividad, aunada a la voluntad y al empuje personal, ayudará a la generación
de nuevas ideas y posibilidades.
En esta etapa ascendente, los individuos generan
esperanza en sus nuevos proyectos y se vuelven más optimistas. El desgaste
emocional ha terminado y toda la energía se canaliza en la búsqueda de un nuevo
empleo.
Resulta de primordial importancia mantener la
perseverancia y la tenacidad para poder fijar los objetivos claramente e
inicial el ciclo de búsqueda laboral con entusiasmo y plena convicción de que
las oportunidades existen y que una transición de carrera representa un
crecimiento profesional.
Cabe aclarar que hay diferencias individuales acerca del
tiempo que este proceso requiere, pero finalmente cada persona decide su duración.
En el avance hacia nuevas metas no se debe olvidar que la
automotivación permite que las personas enfrenten las dificultades y los restos
como oportunidades para crear un ser más habilidoso, y que cada quien elige la
forma de verse a sí mismo y a sus circunstancias.
Se dice
que la meta sin un plan de acción es una ilusión, por
ello, en un momento de transición es
conveniente reflexionar sobre el rumbo que ha tomado la trayectoria profesional
de cada quien, es decir, se ha trabajado en lo que se quiere o en lo que se
puede.
Es necesario
aprovechar la pausa laboral para planear lo que se quiere hacer con la carrera
profesional.
El primer paso es, desde luego, el propio conocimiento
personal. Por lo tanto, de deben analizar los siguientes aspectos:
Estilo
Personal. ¿Cuál es mi personalidad?, ¿cuál es mi perfil? Aunque es
difícil conocer con precisión las propias características, se deben identificar
cuando menos fortalezas y motivaciones: cómo se obtiene y se usa la energía, la
forma de ordenar y organizar la información, el proceso de toma de decisiones y
la organización del estilo de vida.
Valores
Laborales. ¿Qué
es importante para mí en el trabajo? La vida y las decisiones que se toman
están influenciadas por los valores personales. Lo cuales representan fuentes
de satisfacción en los ámbitos familiar, social y laboral. ¿Qué tipo de satisfacción
estoy buscando en un trabajo?, ¿cuáles aspectos influyen en mi motivación?
Intereses.
¿Qué disfruto hacer? En todos los trabajos siempre hay tareas que
se disfrutan más que otras, se puede ser
extraordinariamente efectivo en el desempeño de ciertas actividades, pero si
son de nuestro agrado, el desarrollo profesional de trunca.
Habilidades
y aptitudes. ¿Qué puedo
hacer o aprender a hacer? Los talentos y las experiencias desarrollan
habilidades y capacidades, si se identifican adecuadamente pueden servir de
guía para efectuar una elección laboral aceptada.
Algunas consideraciones valiosas que deben recordarse
durante todo el proceso son: nadie está solo y es válido pedir ayuda a
familiares y amigos, todos somos únicos,
especiales y contratables, con o sin trabajo valemos como personas y no por un
título o una profesión. La actitud es la
ventana más importante de cada individuo. Por último, no se debe de olvidar que
obtener un nuevo empleo requiere de total compromiso.
Material Preparado
por MANPOWER,
Publicado en la
revista Estrategia y negocio.
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