La aplicación del principio de plena competencia se
basa generalmente en la comparación de las condiciones de una operación vinculada
con las condiciones de las operaciones efectuadas entre empresas independientes.
Para que estas comparaciones sean útiles, las características económicas
relevantes de las situaciones que se comparan deben ser lo suficientemente
comparables.
Ser comparable significa que ninguna de las diferencias
(si las hay) entre las situaciones objeto de comparación pueda afectar
significativamente a las condiciones analizadas en la metodología (por ejemplo,
el precio o el margen), o que se pueden realizar ajustes lo suficientemente
precisos como para eliminar los efectos de dichas diferencias. Para determinar
el grado de comparabilidad y qué ajustes son precisos para lograrla, es
necesario comprender cómo evalúan las sociedades independientes las operaciones
potenciales.
El análisis de comparabilidad contiene un aspecto (cualitativo)
que hace a las condiciones esenciales del objeto a comparar; y otro (cuantitativo)
que se refiere a las cantidades involucradas a comparar.
Una de las características fundamentales en su
aplicación en los precios de transferencia es que ambas deben cumplirse en
forma simultánea. Esto es así, porque no es suficiente que el bien a justificar
sea análogo al comparado, sino que los volúmenes involucrados deben resultar
similares a efectos de no crear distorsiones en los precios.
Los
principales criterios cuantitativos del análisis de comparabilidad son:
·
Los que atañen al tamaño de las empresas
en función de las ventas, los activos totales, los bienes de uso o la cantidad
de empleados.
·
Los que se refieren a los intangibles
existentes en los activos totales, o a la proporción de gastos de investigación
y desarrollo con relación a las ventas, a efectos de probar el grado de
tecnología involucrada en las operaciones.
·
Los que relacionan las ventas de exportación
con las ventas totales.
·
Criterios relacionados con inventarios
de bienes de cambio en valores absolutos o relativos para la medición de los
niveles de stocks, y sus riesgos inherentes.
Respecto a los filtros cualitativos, son numerosas
las diferencias que pueden encontrarse con relación al análisis de comparabilidad,
y en la medida que los bienes testeados posean una porción mayor de intangibles
implicados, estas comparaciones se vuelven aún más complejas (Ej.: en la
industria farmacéutica, dos productos pueden servir para determinada patología,
y ambos contener las mismas drogas bases, pero la combinación contenida en cada
uno de ellos y la marca patentada, podrían tener como consecuencia precios muy
diferenciados entre sí).
Algunas
limitaciones que se encuentran en la comparabilidad:
·
Las diferencias de los productos o
servicios, de volúmenes, de mercados y de estrategias comerciales.
·
La atemporalidad de la comparabilidad,
que implica que al momento de realizar el análisis, se cuente con una cantidad
limitada de Información, muy distinta a la que puede tener el Fisco, cuando llega
dos o tres años más tarde a efectuar una revisión.
· La confidencialidad y el secreto
comercial de alguna información de un tercero que pudiera resultar necesaria.
·
La inexistencia de empresas comparables
en el mercado interno.
·
Las diferencias de exposición de
resultados.
·
Las discrepancias que se producen como
resultado de la aplicación de
Contabilidades no homogéneas entre
los países.
Las divergencias de idiomas en que se
encuentra la información.
Los
cincos factores de la Comparabilidad
Siguiendo a las Directrices1 los
cinco factores que determinan la comparabilidad son:
1 - Las características de los
productos o servicios
2 -
Análisis funcional
3 - Términos (condiciones)
contractuales
4 - Circunstancias económicas
5 - Estrategias de negocio
1.
Las
características de los productos o servicios
Las características de los bienes,
tales como particularidades físicas, aptitud de utilización, calidades, disponibilidad
y volumen de provisión, son las que en general determinan los precios en el
mercado abierto, y esto permite que sean útiles para la comparación de
operaciones entre empresas controladas e independientes.
Cuando la transacción no involucre
bienes materiales otras serán las particularidades a examinar:
1. Para prestaciones de servicios:
la naturaleza y extensión de los mismos.
2. Para préstamos: las tasas
utilizadas y los plazos.
3. Para la transferencia de bienes
intangibles: tipo de retribución pactada para licencias, patentes, marcas y
Know how.
·
2.
Análisis
funcional
En
este factor debe analizarse la estructura y organización de la compañía y del grupo
económico al que pertenece, como así también el entorno jurídico en el que la
empresa cumple sus funciones.
El
análisis de comparabilidad de funciones, riesgos asumidos y activos utilizados,
es un factor esencial cualquiera sea el método utilizado.
El
análisis funcional de las propias operaciones del contribuyente bajo análisis, es
el más sencillo de realizar por la disponibilidad, la fiabilidad y el grado de
detalle de información con que se cuenta, pero esta situación se dificulta
cuando hay diversidad de actividades involucradas y se trata de determinar cuál
es la función económicamente más importante.
3.
Términos
(condiciones) contractuales
En las operaciones efectuadas en condiciones de
plena competencia, las cláusulas contractuales definen generalmente, de forma expresa
o implícita, cómo se reparten las responsabilidades, riesgos y resultados entre
las partes. En este sentido, el examen de los términos contractuales debe
formar parte del análisis funcional al que nos hemos referido anteriormente.
Las cláusulas de una operación se pueden encontrar, además
de en el contrato escrito, en la correspondencia y en las comunicaciones entre
las partes. Cuando no consten por escrito las condiciones contractuales entre
las partes, habrá que deducirlas de su conducta y de los principios económicos
que normalmente rigen las relaciones entre empresas independientes.
Las
condiciones contractuales son aquellas que influyen en la asignación de riesgos
entre las partes, en las condiciones de pago, en las condiciones de entrega, en
los compromisos de volúmenes de compra previos, en las pautas de exclusividad etc. y por ello pocas veces son
usadas como pilares de una búsqueda, porque la información sobre lo negociado
por terceros independientes es en general confidencial y está relacionada con
las estrategias particulares de cada empresa y de la decisión de cómo llevar a
cabo su negocio.
Aún
en el caso de conocer las diferencias contractuales existentes, es difícil valorar
y cuantificar de manera responsable, el impacto final de las mismas en los precios
o en las rentabilidades.
4- Circunstancias económicas
Los
precios de plena competencia pueden variar entre mercados diferentes incluso
para operaciones referidas a unos mismos bienes o servicios; por tanto, para
lograr la comparabilidad se requiere que los mercados en que operan las
empresas independientes y las asociadas no presenten diferencias que incidan
significativamente en los precios, o que se puedan realizar los ajustes
apropiados.
Los
precios sufren oscilaciones según las diferentes circunstancias que afectan a los
mercados en que operan.
Entre
otras, la ubicación geográfica, la dimensión y la tipología de los mercados, los
niveles de oferta y demanda y el alcance de la competencia, pueden ser determinantes
a la hora de fijar los valores de una transacción.
El
mercado geográfico es otra circunstancia económica que puede afectar a la
comparabilidad. La identificación del mercado pertinente es una cuestión de
hecho. Para un cierto número de sectores, los grandes mercados regionales que
incluyen a más de un país pueden resultar razonablemente homogéneos, mientras
que para otros, las diferencias entre los mercados nacionales (e incluso dentro
de un único mercado nacional) son muy significativas.
También
es necesario examinar las estrategias empresariales al determinar la
comparabilidad con el fin de fijar los precios de transferencia.
Estas atienden un gran número de aspectos
propios de la empresa, como pueden ser la innovación y el desarrollo de nuevos
productos, el grado de diversificación, la aversión al riesgo, la valoración de
los cambios políticos, la incidencia de las leyes laborales vigentes y en
proyecto, la duración de los acuerdos, así como cualesquiera otros factores que
influyen en la gestión cotidiana de la empresa. Puede ser necesario
tener en cuenta estas estrategias empresariales al determinar la comparabilidad
entre operaciones vinculadas y no vinculadas y entre empresas asociadas e independientes.
5-Estrategias de negocio
También es necesario examinar las estrategias empresariales al determinar la comparabilidad con el fin de fijar los precios de transferencia.
Estas
atienden un gran número de aspectos propios de la empresa, como pueden ser la
innovación y el desarrollo de nuevos productos, el grado de diversificación, la
aversión al riesgo, la valoración de los cambios políticos, la incidencia de
las leyes laborales vigentes y en proyecto, la duración de los acuerdos, así
como cualesquiera otros factores que influyen en la gestión cotidiana de la
empresa. Puede ser necesario tener en cuenta estas estrategias empresariales al
determinar la comparabilidad entre operaciones vinculadas y no vinculadas y
entre empresas asociadas e independientes.
Las
estrategias de las empresas influencian de manera importante en sus resultados
ya que, por ejemplo, muchas veces se sacrifican rentabilidades actuales con el
fin de obtener mayores utilidades futuras.
Pasos sugeridos por las directrices para
realizar el análisis de comparabilidad
Paso
1: Determinación de los años a ser cubiertos.
Paso
2: Análisis general de las circunstancias de la Contribuyente.
Paso
3: Comprender las características de las transacciones controladas bajo examen,
basándose en particular en, un análisis funcional, el método de precios de
transferencia más apropiado para las circunstancias del caso, el indicador financiero
para testear rentabilidad (en el caso de un método de beneficio transaccional)
y la identifican de los factores de comparabilidad que deben tenerse en cuenta
para el análisis.
Paso
4: Si existen, examen de comparables internos.
Paso
5: En caso de la necesidad de utilización de comparables externos, probar su
fiabilidad mediante la determinación de fuentes de información confiables.
Paso
6: Selección del método de precios de transferencia más adecuado y, dependiendo
del método, la determinación del indicador financiero pertinente (en caso del
método del margen neto transaccional).
Paso
7: Identificación de potenciales comparables: determinación de las características
claves que debe cumplir cualquier transacción no controlado para considerarse
como potencialmente comparable, basado en los factores relevantes identificados
en el paso 3 y de conformidad con los factores de comparabilidad.
Paso
8: Determinación y realización ajustes de comparabilidad, en caso de corresponder.
Paso
9: Interpretación y utilización de los datos recogidos, y determinación de la rentabilidad
arm’s length.
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Fuente de Información:
Directrices de la OCDE 2010
Centro Interamericano de Administración Tributaria
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